
Suárez Rubio: "Se tiene la falsa creencia de que todos los niños revoltosos son TDAH y no tiene por qué ser así"
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La especialista en Psicología Social de la ULL participó en el curso "Autismo, dificultades de aprendizaje y TDAH: recursos para el profesorado y las familias"
El Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se ha convertido en uno de los problemas que afectan a los niños que más preocupan a colegios y familias, lo cual ha llevado en muchas ocasiones a falsos diagnósticos. Como explica la profesora de Psicología Social de la Universidad de La Laguna Natalia Suárez Rubio, “muchas veces se tiene la falsa creencia de que todos los niños revoltosos son TDAH y no tiene por qué ser así”.
La especialista razona que “lo niños necesitan ser inquietos, están descubriendo el mundo y necesitan moverse”, por lo que solamente se debe llegar a considerar que tienen el trastorno cuando se observan señales como que el menor sea incapaz de mantenerse sentado durante mucho tiempo.
Suárez Rubio participó en el curso de la Universidad de Verano de Adeje “Autismo, dificultades de aprendizaje y TDAH: recursos para el profesorado y las familias”, con una ponencia sobre las dificultades de aprendizaje que impartió conjuntamente con la coordinadora del seminario, la profesora del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa Desiré González Martín.
Ésta última recuerda que, además, la detección de estos casos es compleja porque no todos los niños TDAH que son hiperactivos, pues hay un subtipo del trastorno que conlleva la falta de atención pero se da en niños y niñas tranquilos que, simplemente, están en su mundo. “Pasan más desapercibidos porque están en el aula, pero aunque no atienden a las explicaciones, el profesorado cree que sí porque están mirando a la pizarra”.
Ocurre lo mismo en lectura, donde a muchos escolares no se les diagnostican porque no todas las dificultades son tan visibles como la dislexia, en la que el cambio de letras es evidente la leer en voz alta. “En Canarias hay mucha prevalencia de niños cuyo principal problema es que leen muy lento, no son capaces de automatizar la lectura y ello desemboca en una pobre comprensión. Esos niños pasan desapercibidos porque van siguiendo la lectura y no llaman la atención como cuando un disléxico trastoca las letras”.
Con el TDAH se están dando situaciones de "sobrediagnosticación", por lo que se debe tener mucho cuidado cuando se evalúe cada caso. Un buen diagnóstico debe primar una serie de pasos que se dan en el ámbito educativo, pero también considerando la atención de los pediatras y neuropediatras. “Lo fundamental para detectar que un niño lo tiene es realizar una valoración de las funciones ejecutivas, que son habilidades cognitivas que están mermadas. También hay que atender que este problema se dé en diferentes ámbitos, no solo en el hogar. Se toman en cuenta muchísimas variables y los puntos de vista de varios profesionales para llegar a un consenso”, explica Suárez Rubio.
La ponencia se centró en una serie de herramientas disponibles para que el profesorado afronte las dificultades específicas de aprendizaje y, en el caso concreto de la lección, las referidas a las matemáticas. Se quiso hacer hincapié en la prevención, abordando esas dificultades cuando son incipientes a edades tempranas como los cinco años, en lugar de esperar a que los niños fracasen.
Las ponentes pertenecen al grupo de investigación “Dificultades Específicas de Aprendizaje, Psicolingüística y Nuevas Tecnologías” de la ULL, liderado por Juan Jiménez, que durante este curso, y en colaboración con la consejería de Educación, ha probado la implantación de un modelo de respuesta ante la aparición de dificultades de aprendizaje en lectura y matemáticas en varios centros de toda Canarias.
Suárez explica que realizó una acreditación a los centros docentes participantes, cuyo profesorado tuvo que recibir una formación sobre los componentes necesarios que se deben instruir tanto en la lectura como en las matemáticas. Luego se les enseñó a detectar a los niños en situación de riesgo y, una vez identificados, se crearon grupos de intervención basados en la investigación científica y se comenzó a trabajar con ellos.
Las expertas explican que, en el ámbito de la lectura, existen cinco componentes esenciales: la conciencia fonológica, el conocimiento alfabético, la fluidez, el vocabulario y la comprensión. En el ámbito de las matemáticas, se observa el concepto del número (el cual incluye sub-habilidades como la estimación de cantidad, el conteo, la magnitud y la distancia, y otras habilidades como el cálculo aritmético o la resolución de problemas.
Este es el primer año que se ha realizado esta experiencia y los resultados, según Suárez, están apuntando a que ha habido bastantes niños que han salido de la situación de riesgo gracias a esta intervención.
Este curso ha sido uno de los más exitosos de esta edición de la universidad de Verano de Adeje y, de hecho, se tuvo que ampliar su cupo para dar cabida a toda la demanda. Han asistido no sólo educadores y pedagogos, sino también familiares de niños con dificultades e, incluso, monitores deportivos. “Creo que el éxito es porque hemos abordado unas problemáticas sociales que se están dando en la escuela, como el autismo y el TDAH, que están cada vez más presentes”, opina la directora del seminario.
Adeje a 18 de julio de 2017
Suárez Rubio: “Se tiene la falsa creencia de que todos los niños revoltosos son TDAH y no tiene por qué ser así”
La especialista en Psicología Social de la ULL participó en el curso “Autismo, dificultades de aprendizaje y TDAH: recursos para el profesorado y las familias”
El Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se ha convertido en uno de los problemas que afectan a los niños que más preocupan a colegios y familias, lo cual ha llevado en muchas ocasiones a falsos diagnósticos. Como explica la profesora de Psicología Social de la Universidad de La Laguna Natalia Suárez Rubio, “muchas veces se tiene la falsa creencia de que todos los niños revoltosos son TDAH y no tiene por qué ser así”.
La especialista razona que “lo niños necesitan ser inquietos, están descubriendo el mundo y necesitan moverse”, por lo que solamente se debe llegar a considerar que tienen el trastorno cuando se observan señales como que el menor sea incapaz de mantenerse sentado durante mucho tiempo.
Suárez Rubio participó en el curso de la Universidad de Verano de Adeje “Autismo, dificultades de aprendizaje y TDAH: recursos para el profesorado y las familias”, con una ponencia sobre las dificultades de aprendizaje que impartió conjuntamente con la coordinadora del seminario, la profesora del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa Desiré González Martín.
Ésta última recuerda que, además, la detección de estos casos es compleja porque no todos los niños TDAH que son hiperactivos, pues hay un subtipo del trastorno que conlleva la falta de atención pero se da en niños y niñas tranquilos que, simplemente, están en su mundo. “Pasan más desapercibidos porque están en el aula, pero aunque no atienden a las explicaciones, el profesorado cree que sí porque están mirando a la pizarra”.
Ocurre lo mismo en lectura, donde a muchos escolares no se les diagnostican porque no todas las dificultades son tan visibles como la dislexia, en la que el cambio de letras es evidente la leer en voz alta. “En Canarias hay mucha prevalencia de niños cuyo principal problema es que leen muy lento, no son capaces de automatizar la lectura y ello desemboca en una pobre comprensión. Esos niños pasan desapercibidos porque van siguiendo la lectura y no llaman la atención como cuando un disléxico trastoca las letras”.
Con el TDAH se están dando situaciones de "sobrediagnosticación", por lo que se debe tener mucho cuidado cuando se evalúe cada caso. Un buen diagnóstico debe primar una serie de pasos que se dan en el ámbito educativo, pero también considerando la atención de los pediatras y neuropediatras. “Lo fundamental para detectar que un niño lo tiene es realizar una valoración de las funciones ejecutivas, que son habilidades cognitivas que están mermadas. También hay que atender que este problema se dé en diferentes ámbitos, no solo en el hogar. Se toman en cuenta muchísimas variables y los puntos de vista de varios profesionales para llegar a un consenso”, explica Suárez Rubio.
La ponencia se centró en una serie de herramientas disponibles para que el profesorado afronte las dificultades específicas de aprendizaje y, en el caso concreto de la lección, las referidas a las matemáticas. Se quiso hacer hincapié en la prevención, abordando esas dificultades cuando son incipientes a edades tempranas como los cinco años, en lugar de esperar a que los niños fracasen.
Las ponentes pertenecen al grupo de investigación “Dificultades Específicas de Aprendizaje, Psicolingüística y Nuevas Tecnologías” de la ULL, liderado por Juan Jiménez, que durante este curso, y en colaboración con la consejería de Educación, ha probado la implantación de un modelo de respuesta ante la aparición de dificultades de aprendizaje en lectura y matemáticas en varios centros de toda Canarias.
Suárez explica que realizó una acreditación a los centros docentes participantes, cuyo profesorado tuvo que recibir una formación sobre los componentes necesarios que se deben instruir tanto en la lectura como en las matemáticas. Luego se les enseñó a detectar a los niños en situación de riesgo y, una vez identificados, se crearon grupos de intervención basados en la investigación científica y se comenzó a trabajar con ellos.
Las expertas explican que, en el ámbito de la lectura, existen cinco componentes esenciales: la conciencia fonológica, el conocimiento alfabético, la fluidez, el vocabulario y la comprensión. En el ámbito de las matemáticas, se observa el concepto del número (el cual incluye sub-habilidades como la estimación de cantidad, el conteo, la magnitud y la distancia, y otras habilidades como el cálculo aritmético o la resolución de problemas.
Este es el primer año que se ha realizado esta experiencia y los resultados, según Suárez, están apuntando a que ha habido bastantes niños que han salido de la situación de riesgo gracias a esta intervención.
Este curso ha sido uno de los más exitosos de esta edición de la universidad de Verano de Adeje y, de hecho, se tuvo que ampliar su cupo para dar cabida a toda la demanda. Han asistido no sólo educadores y pedagogos, sino también familiares de niños con dificultades e, incluso, monitores deportivos. “Creo que el éxito es porque hemos abordado unas problemáticas sociales que se están dando en la escuela, como el autismo y el TDAH, que están cada vez más presentes”, opina la directora del seminario.