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Elena Pastor: “la nanotecnología no está tan lejos, aquí mismo en tenerife estamos investigando en ese ámbito”

Pastor fue la encargada de abrir el curso de la Universidad de Verano de Adeje titulado "Nanotecnología y nuevos materiales: haciendo visible lo invisible"

16 de julio de 2012

La nanotecnología supone uno de los campos científicos con mayores perspectivas de futuro, ya que es aplicable a prácticamente todos los ámbitos y puede ser la clave para resolver algunos problemas del futuro, como el suministro de recursos energéticos, el tratamiento de enfermedades o la mejora del medio ambiente. Elena Pastor, directora del Instituto de Materiales y Nanotecnología de la Universidad de La Laguna, señaló que se trata de una disciplina innovadora, peor no hay que irse muy lejos para encontrarla: "Aquí mismo, en Tenerife, estamos investigando.

Pastor fue la encargada de abrir el curso de la Universidad de Verano de Adeje titulado "Nanotecnología y nuevos materiales: haciendo visible lo invisible", con una ponencia en la que repasó las características principales de esta disciplina y alguno de sus hitos históricos.

Reveló que en el instituto que ella dirige trabajan en la actualidad diez grupos de investigación diferentes, tanto de física como de química, todos ellos en el denominado "ámbito nano". Es decir, que estudian directamente los átomos, las molécula y todo lo que se halle a un tamaño comprendido entre uno y cien nanómetros, teniendo en cuenta que la partícula "nano" se refiere a la 10-9 o billonésima parte de algo.

Esta disciplina pretende reducir el tamaño de las cosas hasta el punto de poder controlar directamente los átomos. Se estudian las propiedades de una única molécula para así plantear posibles relaciones con otras. Uno de los retos de esta operación es que las propiedades de los materiales varían al llegar a la escala nanométrica; así, materia que es opaca, como el cobre, se vuelve transparente a esos tamaños.

Se trata, además, de un tipo de investigación eminentemente multidisciplinar, pues necesita de la combinación de disciplinas como la informática, física, química, medicina, ingeniería o biología para desarrollar todo su potencial.

Aunque pudiera parecer una ciencia muy especializada, lo cierto es que ya se está aplicando en multitud de objetos y productos de uso cotidiano: pinturas anticorrosión, cosmética, pelotas y raquetas de tenis más ligeras y duraderas, tejidos resistentes a las manchas, etc.

Un campo en el que la nanotecnología ha sido ejemplar es el almacenamiento de datos, que ha permitido pasar de un DVD con 630 megabytes de capacidad a un Bluray de 14.000 megas. Ya hay modelos experimentales basados en superficies de átomos de oro sobre las que se ubican partículas de 10 micras de silicio, que pueden llegar a 250 terabytes por pulgada cuadrada. Comercialmente aún no son viables por ser aún muy complicadas y caras de obtener, pero es técnicamente posible.

Es un ámbito de especial interés en la medicina, ya que permitiría "encapsular" una molécula con propiedades curativas de tal manera que se vaya incorporando de manera paulatina a la sangre. Se está trabajando incluso en moléculas diseñadas para permanecer inertes y actuar sólo cuando este cerca de una célula cancerígena, por ejemplo.

La ponente señaló que en el futuro la nanotecnología permitirá grandes avances en el almacenamiento, producción y conversión de energía; la productividad agrícola; la depuración de agua y aire contaminado; el diagnostico precoz de enfermedades; construcción; detección y control de plagas, entre otras.

Aún así, Pastor recordó que también comporta sus riesgos. Por ejemplo, que sus posibilidades sean aprovechadas para fines criminales y terroristas, que contribuya a crear un nuevo desequilibrio social originado por los nuevos productos o formas de vida; o que genere una nueva carrera armamentística, entre otros.

Durante la conferencia se repasaron algunos de los momentos fundamentales de esta ciencia, partiendo de Demócrito, quien 400 años antes de Cristo fue le primero en considerar la existencia de partículas minúsculas que componían la materia, alas que denominó átomos.

Ya en 1905, Einstein publicó un artículo en el que estimaba que el diámetro de una molécula de azúcar es de aproximadamente un nanómetro. Y en 1921 ganó el Nobel de Física por el descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico, gracias al cual se descubre que, aplicando ciertas cantidades de energía sobre los metales, algunos de sus átomos se separan. Es un hecho fundacional en cuanto abre la posibilidad a modificar la materia a esas escalas diminutas.

En esta ruta históricas son importantes descubrimientos tecnológicos como el microscopio electrónico en 1931, o el microscopio de efecto de túnel en 1968, gracias a los cuales el ser humano ha podido ir acercando su visión cada vez más, hasta llegar a la escala atómica.

También destacó la aportación teórica y conceptual de Feymand, que en 1959, pronuncia su frase: "There's plenty of room at the bottom", es decir, "siempre hay mucho espacio en el fondo". Se le considera un "nanopionero" porque defendió que era necesario "pensar diferente" para poder abarcar nuevas realidades como el mundo nanométrico. Postuló que no hay ninguna ley física que impida manipular átomos y moléculas. Por tanto, la tecnología será la clave para avanzar en una manipulación de la materia cada vez más precisa.

En 1989 se logran desarrollar los nanotubos de carbón, cuyas aplicaciones teóricas son muy amplias. Se espera que sena capaces de sustituir al silicio, cuya obtención es el proceso más contaminante que existe, en el ámbito tecnológico informático y audiovisual.