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Antonio Hernández Díaz: ''con los niños y niñas hay que trabajar el apego y desapego seguro''
21 de Julio de 2016

Antonio Hernández Díaz: ''con los niños y niñas hay que trabajar el apego y desapego seguro''

El catedrático de la ULL aseguró que "es fundamental ponerle límites a los niños y niñas para que aprendan a canalizar la frustración".

En el marco de la Universidad de Verano de Adeje, el director del curso "Prevención temprana de la violencia escolar y de género: un enfoque práctico e interdisciplinar", Antonio Hernández Díaz, aseguró que "las estructuras psicológicas de los seres humanos, los aspectos fundamentales que desarrollamos posteriormente en nuestra adultez, se empiezan a constituir cuando somos muy pequeños", incluso apunta que "hay estudios que indican que el proceso se inicia durante la gestación, aunque es más claro en el primer año de vida".

El catedrático del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de La Laguna, ha explicado que "hay dos momentos en la vida de todo bebé que son fundamentales, el primero de ellos se produce cuando se tiene entre cero y seis meses de vida. En ese período, los bebes deben disfrutar de un ambiente caracterizado por la seguridad emocional que les brindan sus padres, madres, personas cuidadoras, en definitiva, la familia; quienes deben proporcionar un acompañamiento en el que se le demuestra al bebe que el mundo no es tan hostil. Se trata de escucharles atentamente e ir conociéndoles y dar respuesta inmediata a una necesidad".

En el segundo periodo, de seis a doce meses, es preciso cambiar el patrón, asegura el experto, quien además detalla que "hay que empezar a frustrar las necesidades que hemos cubierto anteriormente, porque si no lo hacemos, estaríamos contribuyendo a que los niños y niñas desarrollen una intolerancia a la frustración. Es en esta edad donde se debe trabajar el desapego seguro, dado que así estaremos fomentando su independencia, que posteriormente necesitará para poder enfrentarse a las transiciones que supone el entrar en una escuela infantil o en el colegio".

Para realizar con eficacia este tipo de apego y desapego seguro, Hernández Díaz
argumenta que "es fundamental aprender a escuchar. Este proceso debe partir de la base de que los niños y las niñas están aprendiendo cosas y que sus comportamientos son propios, somos nosotros, los adultos, quienes debemos guiarles y ponernos en su lugar para valorar los posibles peligros a los que se enfrentan", en resumen, "tenemos que mirar la realidad con ojos de niño pero siendo un adulto".

¿Por qué prevenir la violencia en perfiles infantiles?
"Porque es precisamente en la infancia donde se constituyen los aspectos fundamentales que posteriormente se desarrollan en la vida adulta", sentenció el ponente, quien además enumeró las etapas que deben trabajarse con respecto a este tema. La primera de ellas responde a que "hay que trabajar los apegos y desapegos seguros, debemos intentar que niños y niñas se sientan a salvo pero al mismo tiempo ayudarles a ser independientes, que se empoderen de quiénes son y desarrollen su personalidad".

Los límites constituyen otro fin, "son fundamentales", afirma el profesor, "tienen que aprender a tolerar la frustración, porque lo que nos hace mejorar como seres humanos son los obstáculos, es lo que realmente nos ayuda a reflexionar y buscar alternativas, hay que ponerles límites y enseñarles a superarlos".

Diferencia entre deseo y necesidad. "Una necesidad es alimentarse, cuidado, aseo, esas hay que proporcionarlas, pero no podemos sucumbir ante todos los deseos porque estaríamos creando un perfil infantil erróneo que cuando llegue a la adultez repetirá el patrón y se convierte en una persona agresiva que al no conseguir lo que desea se frustra y reacciona de forma violenta", comentó el experto.

"Es imperativo contribuir a las relaciones de igualdad, por ello, es necesario fomentar las relaciones entre géneros o inter-género, los niños y las niñas deben jugar entre ellos y ellas, debemos normalizar esa situación, dado que en la vida adulta compartiremos con hombres y mujeres, trabajar la normalización de los géneros es invertir en igualdad", garantizó el Hernández Díaz.

Por último, el catedrático del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de La Laguna, Antonio Hernández Díaz, subrayó que "las personas adultas tenemos también que aprender a transmitir valores positivos en el desarrollo de nuestros hijos e hijas, entendamos que es fundamental jugar, que compartan con otros seres, que se relacionen y evitemos seguir dejándoles a manos de series o dibujos animados que nada tienen que ver con la realidad de las cosas".

 

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