
El Rinpoche Tenzin Khenrab y el alcalde invitan a conocer la primera Escuela de Budismo Tibetano de la Isla, en Torviscas
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Rodríguez Fraga pone de manifiesto la modernidad, dinamismo e interculturalidad de la sociedad adejera, abierta también a filosofías y escuelas orientales ancestrales
El alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, y el Rinpoche budista Tenzin Khenrab ofrecieron hoy una rueda de prensa en el Centro Cultural de Adeje para presentar el primer centro budista tibetano del Sur de Tenerife. Dichas instalaciones, que llevan en funcionamiento desde el mes de octubre, serán inaugurados oficialmente esta tarde por este Rinpoche (título honorífico de carácter religioso utilizado frecuentemente dentro del budismo tibetano, generalmente reservado para los tulkus o lamas reencarnados y para los reconocidos por las autoridades respectivas como lamas de confianza o lamas de gran estima) que ofrecerá la conferencia gratuita Cómo vivir las relaciones en la espiritualidad en el Centro Cultural de Adeje a partir de las seis y media de la tarde. En el encuentro con los medios de comunicación se encontraba presente el concejal de Educación, Andrés Pérez Ramos.
Rodríguez Fraga señaló que Adeje recibía de nuevo la visita de un lama muy cualificado y muy apreciado en todo el mundo. “Entre él y un entusiasta grupo de seguidores del budismo, han logrado que Adeje cuente con una de las pocas escuelas del budismo tibetano del mundo ligadas al Dalai Lama”.
El alcalde dijo sentirse muy satisfecho por esta iniciativa, pues transmite más allá de nuestras fronteras la imagen real de Adeje y su sociedad, que calificó de moderna, dinámica e intercultural y abierta a filosofías y escuelas orientales ancestrales.
Señaló, al respecto, que Tenzin Khenrab ‘Rinpoche’ será el guía espiritual de Ghe Pel Ling Escuela de Estudios de Budismo Tibetano, con sede en la urbanización Torviscas, desde la que, en líneas generales, se sigue la teoría o filosofía del karma, la que se deriva de los actos de las personas. “De las cosas buenas sobre las malas”.
El primer edil adejero dijo que este centro budista es un elemento más que se pone a disposición de la sociedad adejera para, entre otras cosas, ser más positivos y más felices sin renunciar a sus propias creencias religiosas, porque el budismo en occidente se entiende más como una filosofía o forma de vivir que como una religión.
En ese sentido, lanzó una invitación a la ciudadanía a conocer el Centro y asistir a la conferencia que ofrecerá esta tarde el joven lama en el Centro Cultural Adeje casco
Po su parte, Tenzin Khenrab, que estuvo auxiliado por una traductora durante la rueda de prensa, agradeció la colaboración del alcalde y del concejal de Educación en la apertura de la Escuela y su colaboración en los actos de apertura oficial de la misma.
El Rinpoche señaló que este centro de enseñanza es ya una feliz realidad gracias a la presencia en Adeje de sus antiguos alumnos y el propósito firme de todos ellos de servir de ayuda a la sociedad adejera y del sur tinerfeño.
Tras recordar la filosofía del budismo tibetano, el karma, que no es otra cosa que la causa-efecto de los actos que realizado por el ser humano, el Rinpoche manifestó que las virtudes que cosecha éste son esencialmente “la paciencia, la compasión y el amor”, consideradas las tres joyas del budismo del Tíbet.
“Por supuesto, yo soy como el resto de las personas, tengo carácter y me enfado, pero trato en todo momento de subyugar dicho estado emocional evitando proyectarlo hacia los demás. En nuestra filosofía, contrariamente a las del cristianismos, el islamismo o el judaísmo, no existe el pecado. Las personas tienen la libertar para elegir entre hacer el bien y el mal, pero tiene que asumir las consecuencias derivadas de sus acciones. Es decir, si cultivamos actos negativos, recogeremos sufrimientos y si, por el contrario, realizamos actos positivos, recibiremos satisfacciones”, concluyó el maestro tibetano que lanzó una invitación a la ciudadanía adejera a acercarse hasta la Escuela y conocer una filosofía que explica los dramas humanos como una reacción a las acciones buenas o malas realizadas en el pasado más o menos inmediato.