El presidente decano de la Asociación y Colegio de Ingenieros de Montes, José Carlos del Álamo Jiménez, afirmó en los cursos y talleres de la Universidad de Verano de Adeje que “todos los españoles deberíamos pagar por visitar nuestros museos naturales. De la misma manera que lo hacemos cuando visitamos los más importantes museos del país, no nos debería molestar hacerlo cuando entramos en nuestros parques nacionales y parajes naturales”, señaló.
Del Álamo Jiménez participó ayer en el curso Gestión de Servicios Urbanos. Smart Cities, que dirige Juan Carlos Santamarta Cerezal, profesor de la Universidad de La Laguna, en la Escuela de Ingeniería Civil e Industrial y Decano del Colegio del Colegio de Ingenieros de Montes de las Islas Canarias.
El ponente, que ha desarrollado una extensa actividad profesional dedicado siempre a la defensa de nuestro Medio Ambiente y Medio Natural, matizó, no obstante, que el cobro se debería aplicar sólo en aquellos espacio naturales de gran valor y siempre y cuando su gestión no estuviere cien-por-cien financiada vía impuestos y que el dinero obtenido fuera destinado a una mejor conservación de dicha zona.
Pero no fue esta la línea central de su ponencia, Del Álamo Jiménez habló de los servicios ambientales en las ciudades, la vinculación con las Smart Cities (ciudades inteligentes) y la situación después del urbanismo sostenible, que facilita la gestión posterior, a su vez, de los servicios ambientales: aguas, residuos, eficiencia energética, movilidad y transporte y, por último, zonas verdes, que es lo que básicamente demanda y consume la ciudanía.
Se refirió también a los problemas globales que nos aquejan, tales como el cambio climático, la necesidad de disminuir el efecto invernadero; el energético, dándole prioridad a las llamadas energías limpias, y el abastecimiento de agua, que, en muchos casos, es dificultoso.
Sobre el precio del agua, Del Álamo indicó que en España no se paga su costo real, como señala la directiva marco y, en consecuencia, hay que tratar que los costos tanto de abastecimiento como el de saneamiento y depuración sean los reales como nos señala Europa.
Señaló que “entremedias a todo ello, hay que conseguir ahorros y mejorar la eficiencia en el consumo. Para ello, enfatizó, se requiere mayor información al ciudadano; una mayor consciencia ciudadana, saber lo que consumimos cuando abrimos el grifo, nos duchamos, tiramos de la cadena del inodoro, ponemos el lavavajillas o encendemos las luces; mayor implicación de las industrias, que son, al fin y al cabo, los grandes consumidores de agua y energías”.
El ponente señaló que este ahorro se vincula a las llamadas ciudades inteligentes, en las que se aplica un nuevo modelo de servicios e infraestructuras urbanas basadas en favorecer la movilidad ciudadana y desarrollar unas redes de infraestructuras modernas y respetuosas con el medio ambiente.
En ese sentido, afirmó que las ciudades inteligentes ofrecen un nuevo modelo de servicios e infraestructuras urbanas basados en la innovación, la gestión integrada, la reducción del gasto público y la mejora en la prestación del servicio al ciudadano.
Destacó, asimismo, la importancia de dotar a nuestras ciudades de un importante patrimonio verde para mejorar la calidad de vida. Lo ideal, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud, es dotar a las urbes de nueve metros cuadrado de zona verde por habitantes.
Además de ello, también señaló que es imprescindible que nuestras ciudades se hagan eco de las directivas de la Unión Europea para el año 2020, y que el veinte por ciento del consumo energético se realice a través de las llamadas energías renovables. “Su aplicación es vital para el pilar energético español, ya que el ochenta por cuento de su energía primaria proviene del exterior. Con ello se consigue tener una mayor consciencia de nuestros recursos y un mayor ahorro”, dijo.
Señaló, por último, que lo más complicado es crear consciencia ciudadana en aspectos tan esenciales como que el agua que les abastece y que el agua gris o el agua negra que sale de su vivienda tiene que ser depurada y reutilizada con fines agrícolas, industriales o recreativos. Y, por tanto, en los diseños urbanísticos del futuro esta cuestión tiene que estar prevista. Además, el ciudadano tiene que ser consciente del coste del transporte privado frente al público. Y Tiene que saber qué hacer con los residuos, acostumbrarse a separar para reciclar y reutilizar. “Pero también las autoridades están obligadas a mostrarle los resultados que obtiene al ciudadano por el pago de la tasa de basura para que valore realmente los esfuerzos que hacen unos y otros en materia de mejora medioambiental. Y aunque afirma que se han dados pasos importantes, hay que seguir avanzando para beneficio de toda la sociedad en esa línea.
A lo largo de su carrera profesional, José Carlos del Álamo Jiménez ha ocupado puestos de máxima responsabilidad tanto en la Administración Central, en la que ha sido Director General de Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente como en la Autonómica, donde creó la Consejería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia y fue Consejero entre 1997 y 2003. Fue director General de Montes y Medio Ambiente Natural desde 1990 hasta 1996. Ha sido condecorado con la medalla de Plata de Galicia en 1997.
Ha practicado la docencia en numerosos Cursos superiores y Másteres de Gestión Medioambiental. Asimismo ha impartido conferencias y realizado publicaciones muy diversas sobre Medio Ambiente, Montes, Cambio Climático, Incendios forestales, Agua, Residuos y Desarrollo Sostenible. Preside el Foro de Bosques y Cambio Climático y el Foro Ambiental para el Progreso Económico y Social.
