En el marco del primer día de la UVA, el ponente Emilio Custodio Gimena, Doctor Ingeniero Industrial y Catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), detalló durante su ponencia “Retos actuales de la gestión y gobernanza de los recursos de agua y de los acuíferos” que para llevar a cabo una buena gestión del agua, hace falta poner en marcha una adecuada gobernanza (reglas e los sistemas políticos que permiten resolver conflictos y aportar soluciones) y una correcta planificación de los recursos hídricos. Seguidamente, indicó que “el agua es un recurso escaso y por ende la buena gestión de la misma es de vital importancia para la sociedad”.
Custodio Gimena explicó que la planificación pública del agua tiene importantes implicaciones económicas, sociales y ambientales y que a corto, medio y largo plazo deben realizarse las modificaciones y adaptaciones oportunas. En este sentido, matizó que las aguas subterráneas, además de evolucionar muy lentamente, debe tener una planificación muy flexible cuyo reglamento debe ser actualizado regularmente y adaptado a la escala en la que se encuentre al momento de ser estudiado, prediciendo, si es posible, el futuro más inmediato.
Desde un punto de vista integral, la organización de las aguas subterráneas debe tener en cuenta consideraciones técnicas y ambientales, además de no vulnerar el marco normativo, que en Canarias es de régimen especial, debe adaptarse al entorno cambiante que supone la sociedad actual. Para ello, se propone la actualización periódica a través de estudios, observaciones, datos, etc., en definitiva, asegura el ponente “hay que actuar, decidir y en la medida del avance, corregir y mejorar”.
La planificación vista desde el marco económico también fue otro de los puntos clave de la ponencia, el experto INSISTIÓ en que “no se deben trasladar costes a otros o dejar que éstos se subsanen en el futuro, es preciso cubrir los costes de las externalidades y llevar a cabo una buena gestión integrada por un lado y sectorial por otro, que permita cumplir los principios de igualdad, solidaridad, subsidiaridad, precaución y participación”.
Otra de las características de proyectar el correcto desarrollo del agua, radica en la observación y el control se debe intentar satisfacer las demandas reales las cuales tienen que estar reguladas para proteger los valores ambientales. Se debe reflexionar sobre la cantidad y la calidad del agua de la que se dispone, el lugar y el tiempo en el que se gestiona, la economía del lugar, la sustentabilidad y los aspectos sociales del entorno y la integración de todos estos factores en un adecuado desarrollo ambiental, energético y social.
Requisitos par una adecuada gestión del agua
Las instituciones deben tener una adecuada capacidad para resolver los problemas que se deriven en torno a la gestión de los recursos hídricos. Al mismo tiempo, tienen que tener la suficiente autoridad y control del agua, para ello deberán proporcionar el capital humano y material necesario para que el cometido sea efectuado de forma óptima.
El catedrático hizo especial hincapié en los usuarios, aseguró que “la información relacionada con la gestión del agua debe ser de dominio público, ya que no solo crearíamos sujetos concientes y críticos, sino que les haríamos parte del proceso”. En este punto indicó que es fundamental conocer, estudiar, observas las redes de agua, controlar el gasto de las mismas de la mano de las personas usuarias, informar con transparencia poniendo a la orden los datos de todo lo que se ejecute.
Retos de la gestión del agua subterránea
Emilio Custodio Gimena, Doctor Ingeniero Industrial y Catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), dijo que para mejorar le conocimiento de los acuíferos hay que realizar una comparativa entre cantidad y calidad. En cuanto a la primera hizo referencia a la adecuada viabilidad de la redes de observación, conocer las descargas de agua en intervalos que deberán estar vigilados en todo momento y paralelamente medir los cambios de reservas que se susciten.
Con respecto a la calidad insistió en seguir mejorando las herramientas tales como las redes, realización de mayores y minuciosos estudios periódicos que deberán ser expuestos al público, etc. Todo ello, permitirá ganar experiencia en situaciones que supongan cargas desproporcionadas, analizar la eficacia de la directiva marco para la correcta utilización del vital líquido y diseñar órganos específicos de planificación y gestión que integren todos los recursos del agua.
