Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer un correcto funcionamiento y una navegabilidad óptima.
Para más información, consulta nuestra política de cookies.
ACEPTAR TODAS LAS COOKIES
CONFIGURAR LAS COOKIES A UTILIZAR

La prestigiosa revista digital Plataforma Arquitectura dedica un reportaje sobre el Cuartel de la Policía Local de Adeje de Las Torres

Destaca del edificio su marcado carácter doméstico y abierto que le acerca de forma tácita a la ciudadanía a la que debe servir.

6 de noviembre de 2012

Un nuevo edificio de Adeje recibe el reconocimiento de la prensa especializada en arqujitectura. En esta ocasión se trata del Cuartel de la Policía Local de Adeje de barranco de Las Torres. La prestigiosa revista digital Plataforma Arquitectura, editada en distintas lenguas, dedica un reportaje especial a esta edificación, de la que resaltan., entre otros aspectos, su marcado carácter doméstico y abierto que le acerca de forma tácita a la ciudadana a la que debe servir. Asimismo, valora el trabajo realizado por Estudio Lavin, SL, que realizó el proyecto en 2010 por encargo del equipo de gobierno que preside José Miguel Rodríguez Fraga.
La dirección web donde se puede ver el artículo es http://www.plataformaarquitectura.cl/2012/09/19/cuartel-de-la-policia-local-de-adeje-estudio-lavin-s-l/

El concejal del Área de Obras y Servicios de Adeje, Gonzálo Delgado Díaz, indica que la Central de la Policía Local de Adeje es uno de nuestros edificios emblemáticos, caracterizado por su funcionalidad y diseño. Este proyecto, que ha tenido un reconocimiento nacional e internacional, está cumpliendo con su doble cometido, como zona administrativa de la Policía Local y otras dependencias.

Y añade que con esta serie de edificios y obras que se han realizado en Adeje, como la Plaza España o el Magma Arte & Congresos, se está enriqueciendo el paisaje Arquitectónico del municipio, lo que es un valor seguro tanto para el servicio de nuestros vecinos, así como para el recorrido de nuestros visitantes.

La revista digital señala que se trata de un magnífico proyecto, donde el juego de volúmenes y formas es realmente sugerente. Mientras que uno de sus lectores va más allá y manifiesta que se hace un buen uso de diferentes materiales pétreos, los cuales le otorgan al conjunto una gran solidez, jugando en diferentes momentos con la transparencia de los huecos en fachada necesarios para iluminar los espacios interiores.

El mismo lector, que se identifica como Javier González, de Berga&González Arquitectos, indica que el tratamiento del entorno también es digno de mención. Los espacios interiores, concluye, muestran un gran trabajo, con cariño y atención, en especial el hall de entrada que se muestra como una buena carta de persentación en este tipo de proyectos.

En el reportaje, que está ilustrado con veinte fotografías interiores y exteriores del edificio tomadas desde diferentes ángulos, cinco planos y un mapa de situación, señala que el concepto de cuartel de la policía se suaviza y evoluciona hacia un edifico asistencial, para concebir un edificio próximo, cercano y amable a la imaginería colectiva, de marcado carácter doméstico y abierto que lo acercaran de forma tácita a la ciudadanía a la que debe servir.

Este edificio, prosigue, se concibe como un contenedor cuya la funcionalidad y versatilidad se buscaron desde el principio y que, finalmente, se revelaron como planteamientos de partida correctos por su capacidad de adaptación a los diferentes cambios en el programa a los que se ha visto sometido.

Programa

Y añade que la geometría de la parcela, su topografía desnivelada y las características mecánicas del terreno nos condicionaron a conformar la volumetría y singularidades del actual edificio. Dos cuerpos longitudinales gemelos distribuidos en tres plantas que albergan respectivamente las actividades pública y privada, accesible y restringida, a tiempo parcial o permanente.
Desde esta primera voluntad, continúa, se opta por elevar el edificio a tres plantas, liberando el perímetro como nexo de unión con su entorno, destinándolo a jardines hacia la avenida barranco de las torres y a estacionamiento privado, hacia el paseo trasero. El programa se subdivide en dos partes diferenciadas que, a su vez, marcan la volumetría del edificio: por una parte, los espacios de atención ciudadana de uso más público, caracterizado por aberturas expeditas y desinhibidas hacia la avenida Barranco de las Torres, por una composición zigzagueante para crear patios interiores; por otra, los espacios de uso interno, privado y restringido al público, con estrechas aberturas longitudinales hacia el paseo peatonal trasero, acentuando su aspecto macizo y compacto. La relación visual con el exterior queda supeditada, por tanto, al uso y carácter del espacio interior.

El gran distribuidor del edificio, asegura, es el corredor central que separa ambos volúmenes, remarcado por un lucernario que baña la pizarra interior y que acentúa la linealidad del proyecto. Este corredor posee varias perforaciones, que iluminan su tramo inferior de manera natural, comunican visualmente ambas plantas y potencia los dobles espacios. El aplacado de piedra natural remonta el muro, y la masa pétrea logra suavizar las temperaturas interiores en una zona climática normalmente muy calurosa.

Los dobles espacios se suceden en el volumen de vanguardia, necesarios para que la escala humana se pierda momentáneamente a favor de la solemnidad y el respeto institucional que ciertas zonas del edificio requieren, así como, para favorecer la percepción global y expedita del edificio; no se dispone de una única entrada, sino que la volumetría descolocada de los extremos laterales propicia las necesaria entradas principales y secundarias.

El hall interior se prolonga desde el espacio público de la rotonda y la gran marquesina distingue y enfatiza su carácter protocolario de entrada principal. El acceso posterior adquiere una escala más doméstica a través de un alero en progresión que nos acompaña por el intersticio entre los dos volúmenes.

La luz en el proyecto

Todos los espacios del proyecto quedan bañados por la luz, caracterizando cada uno de ellos según procede de fachada o de lucernario; esta constante presencia lumínica redunda en la claridad y apertura tanto espacial como visual. A partir de ahí, la luz es el factor generador del carácter de cada uno de los dos volúmenes. Por una parte, el más público, expresivo y ligero, a la vanguardia; con un frente colorido, accesible, donde se intuye la actividad interior y primando la luz y ventilación natural en los espacios de trabajos. Las oficinas del frente reciben luz y ofrecen vistas a través de los patios, por donde se cuela el jardín, promoviendo una atmósfera ideal para las estancias de trabajo prolongadas del día a día. Por otra, el más privado, busca la luz a través de lucernarios y de aperturas a modo de franjas continuas, para remarcar la volumetría compacta hacia el exterior.

Perspectivas visuales

Se potencian los contrastes entre espacios abiertos frontalmente con los espacios con perspectivas fugadas o sesgadas, de forma deliberada; las oficinas administrativas se abren a patios abiertos en fachada, cuyas vistas transversales hacia el exterior quedan protegidas por lamas horizontales de hormigón, evitando la visión directa hacia la calle en favor de vistas oblicuas, que ofrecen concentración y cierta privacidad.
Los desplazamientos de los volúmenes por planta, permiten crear terrazas que permiten observar la marcada profundidad del edificio desde dentro.

Materiales y color

Los volúmenes, alega la revista, se contraponen tanto formalmente, al ser uno más perforado y abierto y el otro macizo y compacto, como estéticamente, al servir el segundo de telón de fondo del primero. La fachada del primero es de piedra caliza de color ocre-terroso (cálido) y textura lisa, yuxtaponiéndose al segundo volumen más privativo, con un acabado de pizarra color ceniza (frío) y textura ligeramente rugosa; en el interior del edificio, el lienzo murrain de pizarra destaca sobre los colores claros tanto del pavimento y falso techo como de los acabados en madera.

Espacios exteriores

Los jardines desplazan al edificio hacia atrás, dejando una franja decorativa que ensancha la visión de la avenida, se adapta al carácter menos urbano y amplifica la sensación de espacio público continuo. El entorno recoge los paisajes áridos, con una vegetación de clima desértico tan característica del sur de Tenerife, dota al volumen de un preámbulo necesario ofreciendo una franja segura y canaliza mejor el flujo de personas desde el exterior. Así mismo llena de matices la percepción del edificio desde las diferentes llegadas potenciando la perspectiva de los distintos ángulos. En la parte trasera, este desplazamiento comprime una franja para acceso y parque móvil policial, de carácter más protegido.