El abogado Raúl José Alonso Fernández, afirmó en su ponencia “Las Nuevas Tendencias nutricionales y los derechos del consumidor”, que “la alimentación es uno de los negocios más importante del mundo” y que desgraciadamente, los productos de primera necesidad sufren mucha especulación por parte de los mercados. El letrado acentuó que “el mercado alimentario es muy sucio desde el punto de vista comercial”, dada la competición que se suscita entre las diferentes marcas.
El ponente matizó que a lo largo de los años, los hábitos alimenticios de la población han sufrido transformaciones debido a diversos factores, entre ellos: cambios económicos, creación de nuevos productos, antes inexistentes, modernización del mercado, mayor facilidad a productos alimenticios, cambio en el estilo de vida, e incluso, ideológicos de los consumidores.
Con respecto a los denominados alimentos funcionales, el abogado explicó que la mayoría, suele presentar información engañosa, supuestos beneficios adicionales o especiales que lo hacen mejor que otros, entre ellos, citó productos que, en teoría, son beneficiosos para el crecimiento o desarrollo de los individuos; mejora en el metabolismo y en el sistema cardiovascular, gastrointestinal; disminución del estrés o mejora de las funciones psicológica y conductual.
Seguidamente comentó que “en el sistema capitalista en el que vivimos, lamentablemente, la ciencia está supeditada”, los estudios son financiados por las empresas creadoras de dichos productos, no existe un contra estudio que realmente certifique que lo que dicen dichas multinacionales sea cierto, por lo tanto, concretó “la capacidad que tiene el consumidor de detectar el origen del producto, es nula porque dependemos de la información que aparece en la etiqueta y no siempre suele ser correcta”.
El abogado recordó la existencia de leyes y reglamentos que regulan este tipo de situaciones, en concreto, puntualizó que está totalmente prohibido atribuir efectos o propiedades beneficiosas a los productos, todo debe estar bien etiquetado dado que las personas pueden ser alérgica a algún componente alimenticio, atribuir propiedades preventivas o curativas de cualquier tipo de enfermedad, etc.
Alonso Fernández dijo que ningún producto es mágico, y que para una correcta alimentación hay que recurrir a una dieta equilibrada y balanceada. De igual forma reconoció que a pesar de que actualmente las personas tiene mayor acceso a los alimentos que en otras épocas, no obstante, la distribución de los mismos no llega a la población del mundo, desafortunadamente, afirma, sólo llega a quien puede pagarla, por lo que, reivindica el experto, “existe la necesidad de que los territorios cuenten con un sistema de producción propio de alimentos”.