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La ULL presenta en Adeje la normativa que aplica desde hace tres años para fomentar el juego limpio en sus competiciones deportivas

El director del Servicio de Deportes de la institución académica, Ramón Rojas, cree mejor premiar las conductas positivas que castigar las negativas

22 de julio de 2015

Ramón Rojas Hernández, director del Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna, ha participado en el curso de la Universidad de Verano de Adeje “Por un deporte sin violencia”, presentando las medidas que la institución académica ha adoptado desde hace tres años para premiar el juego limpio en sus competiciones oficiales. Básicamente, consiste en que en la clasificación general se puntúa tanto por el resultado deportivo como por no haber registrado ninguna amonestación.

Tomando como ejemplo el fútbol, el procedimiento consiste en introducir una doble puntuación: una es el resultado del marcador, y la otra es valorar con dos puntos que al equipo no le hayan sacado ninguna tarjeta roja y, con uno, ninguna amarilla.

Así, se puede dar el caso de que el equipo A gane pero no obtenga ningún punto por juego limpio pues le han sacado tarjetas, mientras que el equipo B quede por detrás en el marcador pero, al no haber sido amonestado, obtenga la puntuación correspondiente. De este modo, en la clasificación, ambos obtienen tres puntos: uno por el resultado y otro por el buen comportamiento. Esta normativa se está aplicando en las modalidades de equipo del Trofeo Rector: baloncesto, baloncesto 3x3, voleibol, vóley playa, futbol, fútbol sala y balonmano.

El sistema va corrigiéndose y ampliando cada año, de modo que en este curso incentiva los equipos compuestos por el mismo número de hombres y mujeres. Esto se está aplicando por ahora en las modalidades que contemplan los equipos mixtos, que son el baloncesto 3x3 y el voleibol, pero el Servicio de Deportes estudia ampliarlo a otras modalidades si hay suficiente demanda femenina.

En este caso, utilizando como ejemplo el voleibol, si un equipo pone en un set a más chicos que chicas, al contrario se le dan seis puntos de ventaja si está cumpliendo la paridad.

Rojas explica que esta normativa surgió porque en los últimos tiempos, durante los partidos del Trofeo Rector se estaba apreciando un aumento de la violencia, la agresividad, la trampa y “todas esas cosas que se ven por televisión en los partidos de fútbol de Primera División, que son detestables. Ganar el Trofeo Rector tiene su importancia, pero siempre es relativa y no pude ser a costa de maltratar a los compañeros, los árbitros ni al equipamiento”.

Para elaborar el reglamento se buscaron ejemplos, como el de la Universidad de Cádiz, que penaliza los malos comportamientos en la cancha. “El castigo nunca ha sido un buen aliado del aprendizaje y lo que hicimos fue enfocarlo desde un punto de vista positivo: premiar al que se porta bien, y el que se porta mal, por comparación, se va a dar cuenta de que no es la actitud adecuada”. Inicialmente el nuevo reglamento fue recogido con reticencias por parte de los universitarios, pero ahora “lo agradecen”, indica Rojas.

La ponencia vino acompañada de un pequeño taller en el que se pedía al alumnado que reconociera los aspectos positivos tanto propios como de sus compañeros. “La verdadera concienciación tiene que ser personal, observarse a uno mismo y apreciar en cuántos momentos de la vida cotidiana es sujeto de violencia por parte de otros, no solamente física, sino psicológica, económica, sexual, cultural, religiosa, xenófoba y tantas otras”.

Rojas prosigue: “Sólo podrás atajar la violencia en la medida en que eres consciente de que la recibes y también la practicas. El deporte es un subsistema dentro de un sistema mayor, el cual está plagado de ejemplos de antivalores y violencia. En la sociedad el juicio es constante y se mira siempre lo negativo. Y en esa visión negativa está la raíz de la discriminación y la violencia”.