Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer un correcto funcionamiento y una navegabilidad óptima.
Para más información, consulta nuestra política de cookies.
ACEPTAR TODAS LAS COOKIES
CONFIGURAR LAS COOKIES A UTILIZAR

El Cabildo y el Ayuntamiento de Adeje firman en convenio para la reapertura del Barranco del Infierno

El ayuntamiento será el encargado de gestionar el acceso y mantenimiento del sendero

9 de agosto de 2013

El presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, y el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, han suscrito hoy [viernes 9] el convenio para la reapertura del Barranco del Infierno. El acuerdo establece que el ayuntamiento será el encargado de gestionar el servicio de información, control de visitantes y conservación del sendero. Este acuerdo tiene una vigencia de 20 años. La gestión municipal la podrá realizar el ayuntamiento de forma directa o mediante concesión a una empresa privada. Asimismo el ayuntamiento acordará el cierre del sendero del Barranco del Infierno cuando por cuestiones de seguridad así sea preciso.

Para Ricardo Melchior, se trata “de un paso importante para Tenerife y Adeje, que han ido de la mano para lograr la reapertura del Barranco del Infierno. Se trata de garantizar la conservación de este espacio natural protegido y la seguridad de las personas, de tal forma que esté regulado y controlado el acceso al mismo. Es una noticia importante para el turismo y, por consiguiente, para el empleo porque se generará más actividad económica”.

Por su parte, José Miguel Rodríguez explica que “el Barranco del Infierno es un icono y un referente en la vida de los adejeros. Tal es así, que el propio Ayuntamiento está a las puertas del mismo. El convenio es un avance porque será el Ayuntamiento de Adeje quien se encargue de la gestión y utilización, de tal forma que podemos responder a la gran demanda que tenemos. Al ser la administración más cercana al espacio es quien mejor la puede gestionar, algo que redundará igualmente en la economía local, ya que tendremos más visitantes”. Rodríguez Fraga indicó que las previsiones son, si se cumplen los trámites establecidos, que las visitas al sendero del Barranco del Infierno comiencen antes de final de año.

La consejera insular de Medioambiente, Ana Lupe Mora, presente en el acto de la firma del acuerdo, destacó la importancia paisajística de este Espacio Natural Protegido que podrá ser visitado “con todas las garantías de preservación del hábitat, sus especies concretas y las formaciones geológicas que existen en el mismo”. En ese sentido, Mora explicó que el programa de uso público contempla un número de visitantes diarios que no superará las 300 personas.
En virtud de este acuerdo, ambas administraciones se comprometen a promocionar el Barranco del Infierno, como destino de interés turístico, dada su singularidad paisajística, ecológica y cultural, facilitando su uso como lugar de ocio y esparcimiento, respetando siempre el cumplimiento del Plan Director de la Reserva Natural Especial de Barranco del Infierno.

El Cabildo Insular de Tenerife, se reserva la posibilidad de llevar a cabo inspecciones con el propósito de plantear al Ayuntamiento de Adeje, las medidas a adoptar para evitar posibles riesgos tanto para los usuarios, como para los elementos que componen la Reserva Natural Especial de Barranco del Infierno.

El sendero del Barranco del Infierno era utilizado antiguamente por cabreros y canaleros. Discurre en una suave pendiente y a través de un paisaje en el que se localizan varios miradores, un antiguo canal y colmenas tradicionales. La importancia de este espacio reside en el hábitat acuícola y rupícola que alberga, su fauna y flora asociada, con muchas especies endémicas, y la estructura geomorfológica de todo el conjunto.

Este es uno de los puntos más visitados de la Isla porque posee unos indudables atractivos naturales. De esta forma se ha pretendido otorgar un sentido social a este espacio mediante una regulación adecuada de las visitas, que permite que las personas acudan a recorrerlo sin que ello suponga provocar una presión excesiva en el medio.