Un grupo de apicultores adejeros y de otros municipios de la Isla han participado con éxito en el curso de perfeccionamiento para el manejo y gestión de una explotación apícola que tiene como protagonista a la abeja negra canaria. En el curso, impartido por el experto en desarrollo local, desarrollo apícola y criador Manuel López Martel, acudió una veintena de personas, informa la concejal de Esther Rivero Vargas, responsable del Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
El curso fue organizado por Crianca, la asociación de criadores de abeja negra canaria, y en él participó de forma activa Esther Rivero, quien asegura que su Área “apoya y promueve el desarrollo del sector apícola del municipio, y muy especialmente las labores ligadas a la cría, mejora y selección de la abeja negra canaria en pro de su recuperación en la isla de Tenerife. Así como todas aquellas actividades formativas y divulgativas, relacionadas con la apicultura y su importancia como actividad ganadera y medio ambiental”.
Según Rivero Vargas, la formación, divulgación y sensibilización con el actual estado de la abeja negra canaria en la isla de Tenerife y Canarias en general, conforman el primer reto de Crianca. Así, con el apoyo de la Asociación de Apicultores de la Isla de Gran Canaria, donde existe en la actualidad un importante grupo y movimiento para la recuperación, mejora y salvaguarda de la abeja negra canaria, y la colaboración del Ayuntamiento se puso en marcha este primer curso de perfeccionamiento apícola, “que fue un éxito por el nivel de logro y elevada participación del sector, sentándose a través del mismo las bases para la coordinación y articulación de los criadores de abeja negra canaria a nivel regional e insular y de los apicultores en el Sur de Tenerife”.
La asociación de criadores de abeja negra canaria Crianca surge como reacción a la progresiva pérdida de la abeja negra canaria, una raza exclusiva de las Islas , que actualmente se encuentra en peligro de extinción en Tenerife