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El tratamiento a los menores centra el debate de las jornadas de Justicia, Seguridad y Servicios Sociales celebradas en Adeje

Las ponencias han versado sobre las actuaciones que se deben tener en cuenta en el ámbito civil y penal, así como cuáles son las opciones que se tienen ante un menor víctima de delito

9 de noviembre de 2012

Las ponencias han versado sobre las actuaciones que se deben tener en cuenta en el ámbito civil y penal, así como cuáles son las opciones que se tienen ante un menor víctima de delito

En el marco de las I Jornadas de Justicia, Seguridad y Servicios Sociales que se están llevando a cabo en los municipios sureños de Adeje, Arona, Guía de Isora y Santiago del Teide, ha tenido lugar durante la mañana de este viernes, en el centro cultural de Adeje, la sesión de ponencias centralizadas en el tratamiento a los menores. Las ponencias han versado sobre las actuaciones que se deben tener en cuenta en el ámbito civil y penal así como cuáles son las opciones que dispone la jurisprudencia ante un menor víctima de delito.

La primera ponencia estuvo a cargo del Fiscal Coordinador de la Sección Territorial de Arona, Ángel Joaquín García Rodríguez quien explicó que lo primero que se debe tener en cuenta es el tipo de medida que se debe adoptar: penal o civil, todo ello dependerá del caso que se trate. Aclaró que la fiscalía siempre asesorará según el interés del menor, el cual puede o no coincidir con lo que quieran los progenitores, familiares o tutores legales.

Seguidamente profundizó que los menores tienen una especial protección en todos los ámbitos: civil, social, penal, etc ya que este colectivo se les considera “personas sensibles”. El experto apuntó que los requisitos para proteger al menor son: legitimación, medidas a tener en cuenta, procedimientos civiles o penales abiertos, proporcionalidad y necesidad.

Entre las medidas a tener en cuenta destacan las civiles o penales. Las primeras responden a la vivienda del menor, régimen de visitas al que se somete, manutención, guardia y custodia y en casos de extrema necesidad, alojamiento del menor en acogimiento familiar. Con respecto a las medidas penales, estas pueden desencadenarse en protección del menor a través de una orden de alejamiento en el caso de que algunos de los progenitores sea víctima de violencia.

De igual forma se destacaron otras medidas a tener en cuenta en el caso de que el menor, siendo hijo de padres que ya no convivan bajo el mismo techo y que exista un riesgo claro de sustracción del menor, se puede dictaminar una previsión expresa, la cual concluye que el joven no puede salir del país y por lo tanto se puede llegar a retener el pasaporte y no expedir un duplicado y al mismo tiempo, notificar a los aeropuertos que el menor no puede abandonar el territorio nacional.

En cuanto a las medidas penales que se pueden suscitar en el caso de que los menores sean víctima de delito lo primero que se hace es la detención del agresor, se implementa una orden de alejamiento, y cualquier otra medida que el juez considere oportuna, el criterio será la protección de la víctima.

Sea cual fuere el caso, los procedimientos penales o civiles, se fundamentan en expedientes e informes que son emitidos a través de la policía, los servicios sociales... Según cada caso, se solicitará las valoraciones de expertos: psicólogos, forenses, etc que sean necesarias para tomar la decisión adecuada en función de la necesidad del procedimiento.

Por su parte, el Decano de Menores de la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Manuel Leonardo Campos Davo aseguró en su ponencia “Los menores como víctimas de los delitos en el ámbito familiar” que “el menor es una persona vulnerable y por tanto amerita protección”. Aprovechó la ocasión para manifestar que para poder protegerlo hace falta un equipo multidisciplinar el cual se forma por policías, trabajadores sociales, funcionarios, fiscalía, etc., y que es un trabajo que exige mucha dedicación.

El ponente explicó que el menor puede ser víctima tanto en su entorno familiar, social y ahora en el mundo virtual. Con respecto a la familia, detalló que en esos casos la fiscalía de menores actúa siempre y cuando la victima y agresor sean menores y que una vez se detecta, se inicia un proceso para solucionar, el cual puede durar unos cuatro meses aproximadamente.

En el ámbito escolar, señaló el experto, trabajamos con los informes emitidos por el colegio, porque aclaró “en protección trabajamos con lo que nos llega”, por lo tanto recordó la importancia que tienen los demás integrantes del equipo multidisciplinar en detectar los posibles riesgos. En estos casos, es a través del colegio que se actúa con vigilancia de zonas, no coincidencia de agresor y víctima en horarios de recreo, entre otras medidas.

También comentó el acoso que actualmente sufren los menores en el mundo virtual, el que se suscita en las redes sociales, el cual es casi imperceptible de a los familiares dado que no se controla de forma debida.

Las jornadas continuarán en Guía de Isora el próximo viernes 16 de noviembre y finalizarán el viernes 30 en el municipio de Santiago del Teide.