Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer un correcto funcionamiento y una navegabilidad óptima.
Para más información, consulta nuestra política de cookies.
ACEPTAR TODAS LAS COOKIES
CONFIGURAR LAS COOKIES A UTILIZAR

Las administraciones públicas no están para vender camas turísticas sino para promocionar el destino

Pedro Manuel Monteiro, presidente de la Dirección Regional de Turismo del Centro de Portugal, aseguró que la regla de oro de cualquier destino turístico es definir prioridades

19 de julio de 2012

Pedro Manuel Monteiro Machado, presidente de la Dirección Regional de Turismo del Centro de Portugal, ofreció hoy, en su intervención en los cursos y talleres de la Universidad de Verano de Adeje, las pistas para una mejor promoción y comercialización de nuestros destinos turístico. En ellas, señaló que es importante entender el papel que debe ocupar cada actor del sector que más riqueza genera tanto en España como en Portugal. La administración pública, aseguró, no está para vender camas turísticas sino para optimizar la promoción del destino y los empresarios para ofertar unos servicios donde prime la calidad. En ningun caso, la primera debe suplantar a la segunda ni esta última ocupar un espacio que no le corresponde.

Monteiro Machado señaló que para poner en valor la oferta turística es preciso que cada región, comarca o municipio analice primero sus fortalezas que, en el caso de Costa Adeje, Tenerife y Canarias, gira en torno al producto ‘sol y playa’, para, luego, sumarle una oferta complementaria donde prime la excelencia. Se trata de poner en alza el patrimonio cultural, el medioambiental y también el enogratroturismo con acciones que, juntas o por separadas, sean capaces de seducir al turista-consumidor. La regla de oro, añadió, es saber definir prioridades.

El director regional de Turismo del Centro de Portugal recordó que el turismo de la Península Ibérica se concentra de forma abrumadora en toda la franja litoral y en las regiones del Sur, una tendencia que es preciso cambiar, para otorgarle un mayor protagonismo a las regiones situadas más al interior que tienen también mucho que ofrecer. Nuestro trabajo consiste en buscar fórmulas para atraer al turista hacia esas zonas, dijo.

Si achicamos el territorio, en el Archipìélago no enfrentamos a la misma realidad: un litoral muy masificado y unas zonas de medianías aún desconocidas por quienes nos hoy nos visitan.

Monteiro Machado, que aseguró que en Turismo hay muy poco que inventar y mucho que aprender de los otros destinos, señaló que la información a través de las nuevas tecnologías es esencial a la hora de promocionar un espacio turístico; entre otras razones, por el progresivo agotamiento del modelo que todavía hoy se aplica a la hora de vender en el exterior nuestros productos turísticos.

La rápida extensión de internet, el imprecionante avance en telefonía móvil, entre otros, ha supuesto una revolución en la comercialización de muchos de los productos y servicios que se ofertan. En ese sentido, señaló que el turista disfruta de sus vacaciones incluso antes de viajar al lugar elegido. Utiliza las nuevas tecnologías, las redes sociales, para compartir experiencias y aportar opiniones sobre las cosas positivas y negativa de cada lugar.

Otro de los aspectos esenciales para el director de Turismo del Centro de Portugal es la formación de los profesionales del sector. En ese sentido, indicó que las universidades y las escuelas profesionales juegan un papel muy importante para poner en marcha un modelo de estudio que se ajuste a las necesidades reales de este importante sector económico, que en Portugal supone el 9% del producto interior bruto (PIB) y en España el 10,2%.

Sobre el turismo gastronómico y el enoturismo indicó que en la región centro de Portugal está en auge y en plena expansión a pesar de que no es una actividad novedosa, debido precisamente a la puesta en valor y el incremento de aquellos elementos que son fundamentales, entre los que se encuentran la adaptación y mejora de los servicios turísticos (hoteles, casas rurales, restaurantes, bares de vinos, agencias receptivas y comercios, oficinas de turismo, guías turísticos, servicios de transporte y oferta de ocio temática, actividades ajenas al turismo del vino pero susceptibles de enriquecer la oferta de ocio de la zona, tales como la terapía que tienen como base las aguas termales, fábricas de productos gastronómicos y reposteria, etc.); servicios enológicos (bodegas con horarios de visitas establecidos, enotecas, museos y centros de interpretación, y servicios de degustación y cata y la implicación de las entidades públicas y privadas, ocupando cada una de ellas el lugar que les corresponde.

Se trata de mantener el protagonismo del turismo tradicional sin excluir de la oferta el arte, la cultura, la gastronomía y los vinos.