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Cristino Barroso Ribal afirma que el voluntariado implica formación

Ésta enriquece al voluntario, le ayuda a descubrir sus potencialidades a sentirse útil e importante en el desarrollo de su actividad

17 de julio de 2012

El profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de La Laguna (ULL) Cristino Barroso Ribal aseguró hoy en su conferencia, ‘El voluntariado: de la reflexión a la acción y viceversa, que “ser voluntario implica necesariamente un compromiso de formación”, para lo cual se precisa de unos recursos económicos que cada vez son más escasos debido a la actual situación económica.

Barroso Ribal, que participa en el Taller Emprendimiento social: retos y oportunidades para el siglo XXI de la Universidad de Verano de Adeje, que dirigen los doctores Francisco J García Rodríguez e Inés Ruiz de la Rosa, explicó que la formación es una de las garantías de calidad de la tarea voluntaria, un instrumento mediante el cual el voluntario irá adquiriendo cada vez más fuerza social, ahorrando esfuerzos y rentabilizando su entrega gratuita.

La conferencia de profesor del Departamento de Sociología de la ULL abrió un interesante debate en el que participó de forma muy activa el alumnado del Taller, que coincidió en el planteamiento de que la formación enriquece a quienes dedican parte de su tiempo a los demás, les ayuda a descubrir sus potencialidades y a sentirse útiles e importantes en el desarrollo de su actividad

A pesar de reconocer que la sociedad canaria es muy participativa, señaló que el voluntariado es escaso. En ese sentido, aportó cifras que hablan por si solas. En nuestra región hay contabilizadas algo más de trece mil asociaciones, de las cuales poco más de mil son activas y el resto realiza un voluntariado oculto.

El ponente añadió que Canarias cuenta con 32.551 voluntarios, según los datos estadísticos obtenidos en las 976 asociaciones contactadas. Esta cifra supone que sólo el voluntariado se sitúa en un 5% de la población. Y aunque todos los estudios realizados al respecto revelan que los ciudadanos le dan gran importancia al asociacionismo y la cooperación, más de las tres cuartas partes de los consultados reconoce que no ha sido ni tiene previsto ser voluntario. Entre los motivos, Barroso Ribal señaló la desconfianza y el desinterés.

Según esos mismos datos, los voluntarios canarios emplean de media semanal algo más de siete horas su labor social, frente a las seis que dedican los de las restantes regiones españolas.

En cuanto al perfil del voluntario es el de hombre o mujer de entre 30 y 50 años de edad, que, en cierto momento interrumpe su labor, para retomarla a partir de los 55 años. Por ello, el profesor Barroso Ribal cree importante que los jóvenes tomen el relevo y se conviertan en los auténticos protagonistas del voluntariado.

El profesor indicó que, aunque no exista todavía un estudio de campo, estas cifras han podido variar de forma sustancial con motivo de la crisis económica que atraviesa la región y el país, que, a pesar de ser causante de una mayor desigualdad, está promoviendo la solidaridad y la iniciativa ciudadana al margen de los partidos políticos.

En cuanto a la gestión del voluntariado, señaló que ésta es en Canarias muy pobre. En ese sentido, el alumnado volvio a coincidir con el ponente y añadió durante el debate que, a la falta de formación, se le unen que no se valora económicamente las funciones del voluntariados y que cada vez se destina menos partidas presupuestarias para este área.