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Emilio Custodio: “A veces la rigidez de los planes hidrológicos españoles obliga a la administración a actuar erróneamente”

Los planes hidrológicos tal y como se han concebido en España, son demasiado rígidos

17 de julio de 2012

El catedrático en Hidrología Subterránea de la Universidad Politécnica de Cataluña y miembro de la Real Academia de Ciencias, Emilio Custodio Gimena, considera que los planes hidrológicos tal y como se han concebido en España, son demasiado rígidos y, por tanto, en muchas ocasiones han obligado a los administradores a actuar de manera errónea a sabiendas porque así se lo dictaba el marco legal que debían respetar.

El ponente, que participó en el curso de la Universidad de Verano de Adeje sobre recursos hídricos, considera que sería mejor adoptar un tipo de plan hidrológico menos normativo, tal y como sucede en otros países. Explica que en Europa estos planes sólo fijan propuestas de grandes líneas de actuación, pero en España no se limitan a señalar los problemas, sino que fijan rígidamente cómo actuar.

“Entonces”, explica Custodio, “si desde que se redactó el texto ha aumentado el conocimiento sobre una determinada condición que nos hace ver que lo propuesto no es el mejor camino, o se acata la medida a pesar de todo o hay que hacer un nuevo, lo cual es extraordinariamente lento”.

El ponente ofreció durante su estancia en Adeje varias conferencias de tipo técnico en las que explicó los diferentes métodos existentes para aprovechar las aguas subterráneas, las cuales han sido un motor para el desarrollo de Canarias: “El aprovechamiento de aguas superficiales sólo se da en dos islas y en estos momentos en los que hay otras fuentes como la desalinización, va a seguir siendo la parte dominante durante mucho tiempo”.

Aún así, el especialista consideró que es necesario evolucionar y cambiar de modelo productivo ya que el actual no es sustentable: “La sociedad ha mejorada y se han creado unos bienes a costa de sacrificar otros, pero esto tiene un límite. Las condiciones socioeconómicas han variado y la desalinización es muy costosa y energéticamente muy cara, aunque el agua de las galerías o pozos no es necesariamente mucho más barata. Estamos en un momento de cambio que debemos aprovechar no para sustituir unas técnicas por otras, sino para integrarlas”.

Además, el técnico señala que el margen de maniobra en Canarias es escaso ya que las posibilidades de explotación de recursos hídricos son limitadas: “las únicas aguas disponibles son las de lluvia, que se encuentran fundamentalmente de manera subterránea, quitando el caso de los embalses de Gran Canaria y La Gomera, los cuales son pequeñas cantidades. Y las aguas residuales se aprovechan muy poco porque la tecnología todavía no garantiza la calidad y la cantidad del agua reutilizada. Por tanto, quedan la desalinización y el mejor uso de pozos y galerías”.