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Un curso de la Universidad de Verano de Adeje indaga en interacciones y contradicciones de la protección de patrimonio y la propiedad intelectual

El curso analizará sus interacciones pero también constatará sus contradicciones.

19 de julio de 2017

El curso “Arte, cultura y derecho” que dirige el profesor del Departamento de Disciplinas Jurídicas Básicas de la Universidad de La Laguna Luis Capote es uno de los seminarios que han comenzado a impartirse hoy, miércoles 19 de julio, en la Universidad de Verano de Adeje. Su objetivo es analizar cómo se regulan, protegen y funcionan las interacciones entre la propiedad intelectual, entendida como un mecanismo de protección de la creación del arte que posee una dimensión comercial, y la cultura, que es una representación colectiva digna de sostenimiento y conservación. El curso analizará sus interacciones pero también constatará sus contradicciones.

El director del curso reflexiona que hablar de todo ello es referirse a realidades complejas: “¿Qué entendemos cuando hablamos de cultura o de arte? ¿La perspectiva jurídica debe incluir el concepto de “calidad”? ¿Qué sucede si llevamos a sus últimas consecuencias e imponemos un carácter absoluto a estos valores? Esas son algunas de las cuestiones que se van a tratar”.

En la primera ponencia, Capote ha dado una charla introductoria en la cual dio unas pinceladas sobre las regulación del patrimonio histórico tal y como se plantea en España, la regulación de la propiedad intelectual y algunos aspectos prácticos en los que se entra en contradicción, con algunos ejemplos de diferentes épocas que han dejado patente que, en ocasiones, determinadas afirmaciones que podemos encontrar en la opinión pública no son exactas o solamente tiene en cuanta un punto de vista.

Habló, por ejemplo, del caso del arte callejero, y se planteó si eso era arte y cultura digna de protección, “teniendo en cuenta que mucha veces viene de movimientos que reniegan del concepto de copyright”. ¿Y qué sucede si, como ya ha ocurrido, algunos de esos diseños de arte urbano se incorporan en líneas de ropa con una dimensión comercial?“El hecho que la persona que hace el grafiti sea desconocida, ¿significa que la empresa de ropa pueda coger eso e introducirlo en su proceso productivo y ganar dinero con ello?”

El curso también abordará el denominado patrimonio inmaterial, compuesto por realidades intangibles como cánticos, fiestas o atuendos, entre otros muchos. “En este caso, se plantea el concepto de propiedad frente al de custodia: una persona que es propietaria tiene la idea de que puede hacer con lo suyo lo que quiera, pero la que custodia, tiene el deber de conservación para las siguientes generaciones”.

El ponente alertó de que en ocasiones la conservación es un proceso que puede llegar a convertir determinada tradición “en un fósil”, porque inicialmente estaba vinculada a la sociedad dentro de unos parámetros geográficos y temporales y concretos. “Desde el momento que introduces un elemento protector y estableces lo que puede o no puede ser, quizá estás haciendo que se bifurque su proceso evolutivo”.

También reflexiona que, en ocasiones, tomar una decisión protectora en un ámbito patrimonial inmobiliario puede suponer un excesivo coste económico para quienes tienen que conservarlo, o provocar que, en un contexto más general, ciudades como Venecia se conviertan “en parques temáticos”. En ese sentido, recuerda que es un asunto de actualidad: “Una situación similar se está dando el Barcelona con su consideración como ciudad turística. La presión de los alojamientos vacacionales, que están generando un problema ya, hace que mucha gente considere que el casco histórico de la ciudad condal sea un parque temático donde no se puede vivir”.

Este curso forma parte de una línea de trabajo internacional en la que el ponente está adscrito, denominada “Protección de la propiedad cultural”, lo cual ha propiciado que tres docentes de este seminario vengan de universidades polacas implicadas también en esta investigación. En concreto, en Polonia se está abordando la protección del patrimonio histórico-artístico, los límites público-privado, la gestión del mercado del arte en el ámbito europeo y la idea del arte y la cultura como un derecho humano. En el proyecto también colaboran instituciones académicas de Croacia, Hungría, Países Bajos, Italia, etc.

Capote explica que esta colaboración ha sido posible porque en determinadas áreas, como las que aborda este curso, “existe una cierta homogeneidad en el tratamiento jurídico a nivel internacional, y eso favorece el desarrollo de algo que, tradicionalmente, ha estado vetado, que es tratamiento supranacional del derecho”.