Durante la tarde de ayer miércoles 29 de junio, tuvo lugar la inauguración de la nueva plaza y ermita del barrio adejero de Tijoco Bajo. Ante la presencia de varios centenares de vecinos de la zona, el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, entregó simbólicamente estas instalaciones al barrio.
En su discurso el primer edil adejero comentó que “esta es una tarde de alegría y agradecimiento. Alegría para el alcalde y la corporación porque cumplimos ese compromiso de ir equipando a los barrios, de ir dotándolos de los servicios e infraestructuras necesarias para que puedan desarrollar su vida comunitaria de la mejor manera posible. Hoy con satisfacción ponemos a disposición de los vecinos y vecinas de Tijoco, dos instalaciones que son centrales en la vida comunitaria de este barrio, la plaza y la ermita”.
“La plaza es lugar de encuentro donde se celebran cada año las fiestas y donde a lo largo del año se celebran otros acontecimientos. Estamos contentos, creo que hemos logrado un buen espacio que sin duda se adecua mucho más que el anterior que no respondía ya al desarrollo de este barrio. Se los entrego con todas las ganas para que lo disfruten y lo cuiden. Que esa sensibilidad que ha tenido este barrio hacia el cuidado de los espacios se vea también aquí” aseveró Rodríguez Fraga.
La plaza de Tijoco Bajo ocupa un solar de 800 metros cuadrados donde se ha dispuesto de un graderío incorporado en la edificación, cafetería, salón cultural, escenario fijo y mirador, el cual cuenta con un vallado homologado para mayor seguridad de las personas, también contará con un parque infantil cuya dotación está pendiente de colocar.
Además, explicó el alcalde, “dentro de este espacio se ubica la otra parte de la centralidad de la vida de este barrio que es su ermita, con su devoción y sus celebraciones. Hemos querido que la ermita respondiera a las necesidades del barrio. Lo hacemos en un municipio además que quiere ser respetuoso con la libertad de cada uno, con otras confesiones, de entender el mundo y la vida, pero reivindicando nuestras profundas raíces sobre las que se ha construido la mayor parte de nuestra convivencia”.
Este acontecimiento contó además con la participación del concejal del barrio, Adolfo Alonso Ferrera, diversos miembros de la corporación, cuyos portavoces firmaron el acta de cesión de la ermita al obispado, así como de los párrocos del municipio y del Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez Afonso, que procedió a la bendición del nuevo templo y sus imágenes.
