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El CDTCA acogió el taller “Vino, valores y vida: el gusto de conocerte”

La iniciativa impartida por la enóloga y coach, Ana María Miranda, se incluyó dentro de las actividades de la quinta edición de “Degústame 2014”

3 de octubre de 2014

En el marco de la quinta edición de “Degústame 2014”, tuvo lugar el taller de “Vino, valores y vida: el gusto de conocerte”. La iniciativa impartida por la enóloga y coach, Ana María Miranda, se desarrolló en el Centro de Desarrollo Turístico Costa Adeje (CDTCA) y pretendía unificar las sensaciones que se perciben al probar un vino y descubrir sus cualidades.

¿Qué tiene que ver el vino, el coaching y los valores?, con esta pregunta inició el taller la experta, quien explicó que, la profesión de enología así como la de coach, comparten el hecho de ser agentes de cambio. Por tal motivo, manifestó que “se busca producir un maridaje entre dos elementos: el vino y nosotros como personas, ya que ambos somos el producto resultante de una transformación”. Por ello, indicó que los valores “son una especie de guía, una brújula que te permite orientar un camino, un proyecto e incluso descubrir que los vinos, al igual que un ser vivo, también son poseedores de cualidades y características únicas”.

La ponente señaló que “cuando hablamos de convivencia, debemos considerar que los valores son como una especie de argamasa que todo lo une, son el sostén para que podamos vivir en comunidad y relacionarnos con los demás”. En este sentido, argumentó que “cuando compartimos valores lo que hacemos es regular nuestras conductas a favor de un bienestar y una convivencia más armoniosa”.

Es por esto que, aseguró Miranda, “me pareció sumamente interesante maridar el vino con las personas que han acudido a este taller, porque tenemos la posibilidad, no solo de conocer las cualidades que puede ofrecernos un determinado tipo de vino, sino que también tomasen en consideración que, para que nosotros podamos disfrutar de un vino, antes ha habido un largo proceso de transformación desde la cepa hasta la copa, evolución que también atravesamos los seres humanos, estamos en un continuo proceso de cambio y transformación a lo largo de la nuestra vida”.

El vino que se empleó para la realización del taller pertenece a la bodega Tierras de Aponte, ubicada en la zona alta de Taucho, donde tres generaciones de la familia Álvarez miman las cepas que fueron plantadas a principios de la década de los 50. La cata se centró en su vino blanco, un mono varietal de Listán que presentó buena acidez y buen grado alcohólico.