Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer un correcto funcionamiento y una navegabilidad óptima.
Para más información, consulta nuestra política de cookies.
ACEPTAR TODAS LAS COOKIES
CONFIGURAR LAS COOKIES A UTILIZAR

Una experta de la ULL prueba entrenamientos que aprecian lo positivo frente a lo negativo en equipos infantiles

“Podemos educar en valores analizando qué hacen mal las personas, buscar las causas de esos fallos y poner en funcionamiento las soluciones. Pero también, podemos centrarnos en aquello que se hace bien para ampliarlo".

25 de julio de 2014

La profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de La Laguna, María Dolores García Hernández, lleva varios años trabajando, junto al alumnado en prácticas de la Facultad de Psicología, el abordaje de los equipos de deporte base desde una perspectiva “apreciativa”: “Podemos educar en valores analizando qué hacen mal las personas, buscar las causas de esos fallos y poner en funcionamiento las soluciones. Pero también, podemos centrarnos en aquello que se hace bien para ampliarlo. Esa es la perspectiva apreciativa”, explica la experta.

García Hernández explicó este enfoque en el curso de la Universidad de Verano de Adeje “Deporte y desarrollo personal y social”. Además, relató la experiencia vivida en las prácticas durante cuatro años en el equipo de baloncesto Juventud Laguna y, en la actualidad, con las categorías infantiles del Club deportivo Tenerife de fútbol.

La experta reconoció, jocosamente, que al principio los equipos consideran a los investigadores de esta corriente “un poco frikis”. Pero que una vez se trabaja con entrenadores, familias y los propios jugadores, se disipan las dudas e incluso solicitan más atención. Esto se debe en gran medida, a que a todos los implicados les queda claro que el enfoque apreciativo no es excluyente de métodos más tradicionales, ya que se puede convivir perfectamente con ellos.

En todo caso, la ponente advirtió que este enfoque no se trata de una mera técnica que se pueda aprender puntualmente, sino que, constituye casi una filosofía de vida extrapolable a la realidad. Como reflexiona García Hernández, “la competición no deja de ser una metáfora de la existencia cotidiana, lo cierto es que, compartimos la experiencia con otros, alguien nos enseña, queremos conseguir metas, hay que hacerlo en función de unas normas, a veces se gana, a veces se pierde, no todo vale…Como la propia vida”

Este enfoque psicológico da mucha importancia al lenguaje, puesto que tanto los problemas como las soluciones son construidas por palabras: “Si hablamos de problemas, los problemas crecen; si lo hacemos de soluciones, éstas aumentan”. También aboga por no centrarse exclusivamente en las causas de la dificultad que se estén abordando: “La persona es la persona; el problema es el problema; la persona no es el problema. Hay que externalizar los problemas, ya que al hacerlo, nos ayudamos a buscar las soluciones”, explica.

Según esta metodología, “no habría que poner tanto énfasis en los resultados, puesto que un equipo y un entrenador que, lo base todo en el éxito deportivo, tiene muchas posibilidades de frustrarse, porque por muy buenos que sean los jugadores, o por muy buen entrenador que se sea, hay muchos factores que no se pueden controlar para lograr las metas. Por ello, también es importante que los objetivos sean construidos no solamente por el seleccionador, sino que sean partícipes los jugadores para que tengan cierta autoría en los objetivos de la temporada”, indicó la experta.

García Hernández, resumió el enfoque apreciativo con otra metáfora, “en un río hay rocas grandes que frenan el avance del agua y que representan los problemas. Hay dos soluciones: o subir sobre la piedra para intentar destruirla, dedicando mucho tiempo a picarla sin garantías de éxito; o bien meter caudal al agua, de modo que si agregando recursos y fortalezas al caudal, éste no necesita que le aparten del problema porque pasa por encima”.