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Una investigadora de la ULL explica en Adeje la aportación de la neuropsicología a los trastornos del aprendizaje

Martín González reconoció la dificultad de reconocer a edades tempranas este tipo de problemas, ya que cuando los afectados aún ni escriben ni calculan, resulta complicado apreciar los problemas.

24 de julio de 2014

La investigadora Raquel Martín González, del Departamento de Psicología Clínica, Psicobiología y Metodología de la Universidad de La Laguna, participó hoy en la Universidad de Verano de Adeje con una conferencia que se centró en las dificultades de aprendizaje que se engloban dentro de los trastornos del neurodesarrollo. En este sentido, explicó que éstas, se suelen organizar según la habilidad instrumental que resulta afectada: dislexias, que afecta la adquisición de la lectura; discalculia, que dificulta las matemáticas; y disortografías, que atañen a la escritura.

La ponente alertó de que la denominación de estos problemas puede resultar inexacta: cuando se habla de ellos se hace referencia a “dificultad específica de la lectura” o a “dificultad específica de las matemáticas”, pero lo cierto es que, en los nuevos manuales de tratamiento ya se específica que la dislexia y la discalculia, hacen referencia a un perfil específico dentro de las dificultades generales.

Una parte de la intervención se centró en explicar cuáles son las características neuropsicológicas de cada uno de los trastornos. En general, todos comparten dificultades para planificar, aplicar y aprender estrategias y en la memoria de trabajo. También se suelen dar problemas para evocar cierto tipo de información: los hechos numéricos, en el caso de la disclaculia y, los fonemas en el de la dislexia.

También explicó que, aunque estas dificultades se dan en etapas infantiles, perduran en la vida adulta. Si el trastorno se produce pasada la niñez y previamente se carecía de él, podría tratarse de algo relacionado con el neurodesarrollo, o bien de un trastorno adquirido. De hecho, se diferencia entre las discalculias y dislexias y las acalculias y afasias, que es como se suele diferenciar a las dificultades adquiridas.

Martín González reconoció la dificultad de reconocer a edades tempranas este tipo de problemas, ya que cuando los afectados aún ni escriben ni calculan, resulta complicado apreciar los problemas. Por ello, ya hay varios programas en la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias que se centran en las habilidades que son precursoras de los aprendizajes de lectura o cálculo.

La experta, señaló que los protocolos actuales aconsejan utilizar varias metodologías con el alumnado que no es capaz de asimilar una enseñanza. Por ello, argumentó “a lo mejor estamos ante un retraso en el que el niño no responde a la estrategia que se está utilizando, no obstante, si se intenta entrenar esa habilidad, de una manera difernte y funciona, quiere decir que no es una dificultad aprendizaje, simplemente necesitamos otra vía. Actualmente, sólo se puede diagnosticar una dificultad de aprendizaje si se ha fracasado previamente en la utilización de una forma distinta de enseñanza”.

El papel de la neuropsicología consiste en caracterizar los diferentes problemas del aprendizaje, para así ayudar a enriquecer los diagnósticos diferenciales. Por ejemplo, se dan ciertas coincidencias entre los afectados entre este tipo de trastornos y los diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). La especialista, de hecho, está investigando actualmente la comorbilidad TDH-dislexia, para comprobar si sus dos fenotipos poseen un perfil neuropsicológico común.

La ponente considera que Canarias es una comunidad pionera en los trabajos para la detección y abordaje temprano de estos problemas de aprendizaje, gracias a la colaboración de la Consejería de Educación y las dos universidades públicas canarias, y en especial el trabajo del equipo liderado por el profesor de la ULL Juian E. Jiménez.

En la actualidad, se calcula que en torno a un 8% de los alumnos en edad escolar tienen alguna dificultad de aprendizaje, lo cual está en sintonía con la media mundial.

Uno de los estudios que se han planteado es comparar la diferencia entre las evaluaciones realizadas al alumnado por los psicólogos y las estimaciones del profesorado, que pueden a divergir mucho. Las dificultades en matemáticas son las menos estudiadas hasta la fecha: “Hay mucha tradición con la dislexia y las dificultades de escritura. Las matemáticas, igual que son las ‘bestias pardas’ para los alumnos, para los investigadores también están siendo más complejas de abordar”.