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Una experta en estudios de género alerta de que las revistas para adolescentes alientan roles sexistas

Ciertas revistas y páginas web para jóvenes y adolescentes femeninas están transmitiendo mensajes perjudiciales para su desarrollo, puesto que ayudan a perpetuar roles sexistas que empezaban a desterrarse de la sociedad.

21 de julio de 2014

En opinión de Mª José Guerra Palmero, profesora del Departamento de Filosofía de la Ciencia, la Educación y el Lenguaje de la Universidad de La Laguna, ciertas revistas y páginas web para jóvenes y adolescentes femeninas están transmitiendo mensajes perjudiciales para su desarrollo, puesto que ayudan a perpetuar roles sexistas que empezaban a desterrarse de la sociedad.

La ponente participó en el curso “Las buenas relaciones de género en la adolescencia como pronóstico de una sociedad democrática” de la Universidad de Verano de Adeje, con una conferencia en la que analizó diversos textos sacados directamente de estas publicaciones. En ellos, una narradora habla a las lectoras utilizando su propio y coloquial lenguaje para explicarles las supuestas diferencias que existen entre chicos y chicas en asuntos como dar un beso, “enrollarse” o romper una relación.

Como explica Guerra Palmero, estos textos persiguen un fin supuestamente informativo, pero realmente suponen una prescripción y un auténtico manual de instrucciones acerca de cómo debe comportarse una mujer y qué puede esperar de un hombre de acuerdo con esos roles convencionales. Todo ello, redactado con generalizaciones y simplificaciones que ayudan a hacer llegar mejor el mensaje.

De este modo, se ofrece una imagen del hombre como un ser poco reflexivo, proclive a la promiscuidad, poco dado a lo sentimental, con pulsiones violentas e interesado casi exclusivamente en el sexo. En cambio, la imagen femenina que se da de las chicas es la de personas movidas por lo sentimental, con un romanticismo casi asexuado y extremadamente meditabundas, hasta el punto de promover esa idea sexista de la mujer “posesiva, taimada y manipuladora”.

Es decir: se plantea que ambos sexos son prácticamente opuestos, con ritmos vitales tan diferentes que resultaría imposible que pudieran llegar a tener cualquier. “Básicamente”, reflexiona Guerra, “lo que venden a la chica es que tiene en frente a un depredador sexual, a un ser horrible y que, sin embargo, tiene que hacer todo lo posible por conquistarlo”.

Por ello, la ponente, al analizar estos ejemplos, se permitió bromear: ”creo que si una chica sensata lee lo que ponen estas revistas sobre los chicos y lo cree, lo más lógico es que se hiciera lesbiana, porque ¿quién querría estar con una persona como la que describen?”

Para la especialista en estudios de género, estas publicaciones son solo un testimonio más del proceso de “repatriarcalización” que está viviendo la sociedad. Tras unos años en los que había ido aumentando paulatinamente la conciencia social en beneficio de una mayor igualdad entre sexos, se está produciendo ahora un proceso que busca revivir los viejos roles sexistas, tal y como demuestran cada día los medios de comunicación o el éxito de sagas literarias como “Crepúsculo”.

Como introducción, la ponente había explicado algunas nociones acerca del proceso de construcción del género y cómo éste se puede detectar en cuestiones como la división del trabajo, según la cual la mujer, además de su rol profesional debe asumir una doble tarea como cuidadora; o, incluso, en la manera en la que se ocupan los espacios públicos. En general, se ha configurado una sociedad en lo que lo masculino viene aparejado a connotaciones de poder y prestigio.

Guerra Palmero cree que se está experimentando una época de retroceso, apoyada por la cultura popular digital, que transmite modelos sexistas omnipresentes, que en el caso español se agrava por la acción de un Gobierno que defiende posturas tradicionalistas, tal y como se ha visto en su actitud ante el aborto o el apoyo a la división por sexos en las escuelas. “Por eso, la agenda de ‘despatriarcalización’ es urgente y, sobre todo, debe enfocarse a los más jóvenes”, concluyó.