El alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, ha realizado esta mañana en rueda de prensa un balance económico del Ayuntamiento del que ha destacado que “Adeje es un municipio generador de riqueza. Hemos afrontado la crisis con mayor holgura gracias a que el sector turístico se ha comportado bien y eso ha permitido que se mantenga como un destino atractivo para la inversión. Esta situación se refleja también en el propio Ayuntamiento en el que en los últimos años hemos desarrollado una gestión de la que podemos sentirnos moderadamente satisfechos y optimistas, siempre dentro de la prudencia que debemos seguir teniendo considerando el escenario en el que nos estamos moviendo”.
El alcalde, que estuvo acompañado en la rueda de prensa por el concejal de Hacienda, Epifanio Díaz hernández, y del de Obras y Servicios, Gonzalo Delgado Díaz, ha anunciado que el Ayuntamiento se encuentra en estos momentos en estabilidad presupuestaria “estamos cumpliendo todos los ratios de salud económica que se nos marcan tanto desde el gobierno de Canarias como del Ministerio, que nos está permitiendo abordar una serie de iniciativas inversoras, como el plan de barrios, que viene a mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía y a completar las infraestructuras del municipio”.
La liquidación del presupuesto de 2013, que se lleva este próximo viernes a pleno, se cierra con un superávit de casi 8 millones de euros “si lo añadimos al remanente de tesorería estaríamos hablando de más de 18 millones de euros, que nos queda como un colchón importante para acometer obras, para atender necesidades de las familias, etc” ha dicho Rodríguez Fraga.
Los buenos resultados presupuestarios van a permitir al Ayuntamiento liquidar la deuda de 3 millones de euros que quedaban pendientes del crédito para el Plan de Pago a Proveedores, impulsado por el gobierno central. Según el alcalde, “la devolución del crédito debía realizarse en 10 años, nosotros hemos tardado dos. Eso va a suponer un ahorro de 1,5 millones sólo en los intereses que generaba este préstamo. Además, nos permite finalizar el Plan de Ajuste del Ayuntamiento, consolidarnos en la estabilidad presupuestaria y tener un moderado optimismo para poder acometer una serie de iniciativas que mejorarán la calidad de vida de los vecinos y vecinas. Podemos decir, en resumen, que en estos momentos el Ayuntamiento y las empresas municipales, se encuentran en una situación de salud financiera”.
Rodríguez Fraga ha destacado que esta estabilidad presupuestaria se ha realizado “sin aumentar la presión fiscal sobre la ciudadanía, incluso algunas tasas se han congelado o han descendido”.
La estabilidad presupuestaria y el cumplimiento de las ratios de salud económica y financiera ha permitido al Ayuntamiento afrontar en estos momentos una inversión de 4 millones de euros en obras y mejoras en el municipio, dentro del plan de barrios. Dos de las iniciativas que ha presentado el alcalde y que se acometerán en los próximos meses, además de las que ya están en ejecución o en vías de iniciarse, afectan al barrio de Armeñime y a Los Menores. Rodríguez Fraga ha explicado que ambos proyectos se van a realizar a través de sendos convenios con el Cabildo de Tenerife, ya que los dos afectan a carreteras cuya competencia es insular. En el caso de Armeñime, se ejecutará la rotonda de acceso al barrio y su conexión con El Puertito y Playa Paraíso, con una inversión de casi un millón de euros financiada por Cabildo y Ayuntamiento. En Los Menores, se empezará el peatonal que lo unirá con el núcleo de Las Rosas, con un presupuesto de 150.000 euros. Ambas actuaciones son, según dijo el alcalde “muy importantes desde el punto de vista de la movilidad de la ciudadanía y del tráfico”.
Rodríguez Fraga felicitó a los equipos de trabajo tanto del área económica como del de obras y servicios del Ayuntamiento “por la estupenda labor que están desarrollando, a pesar de los inconvenientes con los que nos vamos encontrando, debido en gran parte a la nueva ley de racionalización del Gobierno Central, que de racional no tiene nada. Esta ley es un lastre que nos impide realizar actuaciones municipales en materia de educación, cultura, deporte o servicios sociales, cuando los Ayuntamientos somos la trinchera a la que acuden los ciudadanos y ciudadanas en busca de soluciones”.
