Carmen Rodríguez Wangüemert, profesora del Departamento de Ciencias de la Comunicación y Trabajo Social de la Universidad de La Laguna, considera que es necesario revalorizar la figura del periodista deportivo. En su opinión, en el pasado era minusvalorada por la creencia en que la labor del cronista a pie de campo era poco importante, y ahora ha pasado a ser denostada por la causa contraria: el exceso de protagonismo y la vehemencia de algunos profesionales de este género.
La ponente ha participado hoy, miércoles 20 de julio, en el curso “El deporte desde una perspectiva multidisciplinar” y recalcó que su ponencia ofrecería un enfoque eminentemente científico y observacional. “Del análisis de los casos particulares y los quehaceres informativos ya se ocupa todo el mundo, a mí me interesa la perspectiva de dar una proyección a la profesión”.
En su opinión, se está viviendo un momento en el cual la credibilidad en todo el periodismo, incluido el deportivo, es un problema originado por la búsqueda de la espectacularidad y por la propia ambición de los medios de comunicación.
Wangüemert recuerda que, en su día, ella defendía ante su alumnado que, desde el punto de vista de la redacción, “el mejor mundo era el de la crónica deportiva,porque es el que permitía más libertades y más interpretación”. Sin embargo, en la actualidad ya toda la prensa ha pasado a ser así,especialmente en el mundo las redes. “Un periodismo en el que todo el mundo creía, el de los cronistas dea pie, ha perdido esa credibilidad por la existencia denuevos formatos y nuevas narrativas que llegan a ser excesivas y caen en la sobreinformación”.
En el periodismo deportivo audiovisual, se ha pasado de la fórmula de diálogo entre presentadores al a de debate continuo, que en muchas ocasiones pierde todo el sentido. “Cierto periodismo ha caído en una vorágine que ni la universidad ni nadie va apoder parar. Por eso,creo que hay que distinguir ambos mundos, de la misma forma que distinguimos la prensa rosa –contra la que no tengo nada- de un periodismo más austero y exclusivamente informativo”.
En cuanto al periodismo deportivo en papel, la ponente alberga la sospecha de que “se lee por entretenimiento pero, sobre todo, por identificación: el lector ya sabe todo lo que ha pasado y lee para identificarse con un equipo, con una línea editorial, con algo emocional”.
Sobre la formación de estos profesionales, Wangüemert explica que muchas universidades incluyen en sus carreras de comunicación optativas sobre periodismo deportivo, aunque ella misma aboga por los posgrados o por cursos específicos, como los que se organizan anualmente en la ULL a través de su Aula de Comunicación. “Tengo mi criterio sobre la especialización: ésta acaba llegando por sí sola con la práctica. Valoro a los estudiantes que les gustael deporte, pero no a los que sólo les gusta el deporte, y nada más. Por lo menos en la parte que me corresponde a mí, que es la formación”.
